El destacado defensor de Bitcoin Jack Mallers apunta a Ripple, afirmando que la empresa de blockchain pretende hacer “todo lo posible para destruir el bastión estadounidense de reservas estratégicas de Bitcoin”.
Ripple “gasta millones de dólares en actividades de presión empresarial disfrazadas de innovación tecnológica”, alegó Mallers en una encendida declaración en las redes sociales.
Afirma que estas acciones representan una amenaza directa para la libertad financiera y la estabilidad económica de Estados Unidos.

Ripple ya ha sido objeto de críticas en el sector de las criptomonedas. Pero las acusaciones de Mallers han reavivado el debate sobre lo que impulsa a la empresa, a saber, la decisión de perseguir una reserva de criptomonedas con una base más amplia en lugar de una estrategia basada únicamente en Bitcoin para Estados Unidos.
La Alegación del Núcleo: Una amenaza para la reserva estratégica de Bitcoin
En el centro de las acusaciones de Mallers está el impulso de Ripple a una reserva de criptomonedas que no sea únicamente Bitcoin e incluya tokens como XRP, USDC y Solana.
La criptocomunidad sigue profundamente dividida sobre esta propuesta, y los maximalistas del Bitcoin la consideran el último intento del Bitcoin de diluir su dominio como activo de reserva por excelencia.
Según Mallers, este movimiento es una astuta manipulación por parte de Ripple, diseñada para poner sus propias finanzas por delante de lo que es el protocolo Bitcoin: un estándar global descentralizado y seguro.
Mallers declaró que Ripple está socavando la prosperidad y la libertad estadounidenses. Afirma que están gastando millones de dólares activamente intentando detener una reserva estratégica de Bitcoin en América.
Según él, se trata de grupos de presión empresariales disfrazados de crecimiento tecnológico y tenemos que luchar contra ellos.
Un destacado criptocomentarista, Ryan Selkis, expresó recientemente preocupaciones similares, acusando a Ripple de ir explícitamente en contra de la idea misma de una reserva exclusiva de Bitcoin.
Incluso denunció a los dirigentes de Ripple, incluidos Garlinghouse, su director jurídico, Stuart Alderoty, y al parecer algunos miembros del equipo de dirección ejecutiva, por lo que calificó de esfuerzo coordinado para socavar la posición de Bitcoin como base de una reserva estratégica de EE.UU.

Críticas más amplias a Ripple y XRP
La comunidad Bitcoin, que durante mucho tiempo consideró que Ripple había traicionado los principios básicos de la criptomoneda, ha seguido arremetiendo contra la empresa con críticas interminables.
El centro de esta crítica es XRP, el token nativo de Ripple. Los críticos afirman que la génesis de XRP, en la que se preminaron 100.000 millones de tokens y una gran parte se regaló a Ripple Labs y a sus fundadores, va en contra de la ética fundacional de descentralización de Bitcoin.
Samson Mow, un analista de la cadena de bloques, ha sido especialmente elocuente y ha comparado XRP con una situación en la que el creador de Bitcoin, Satoshi Nakamoto, hubiera minado previamente los 21 millones de bitcoins y se hubiera quedado con la mayoría hasta el momento.
Como resultado, Mow afirma que el mecanismo de suministro centralizado del XRP impide que funcione como parte de la reserva nacional.

Más allá de la tokenómica, los críticos también señalan que Ripple controla el libro mayor de XRP. Al parecer, la empresa y sus fundadores poseen o controlan más del 50% de todos los XRP en circulación.
Además, plantea cuestiones sobre el papel que desempeñan la centralización y la ética en las operaciones de la empresa.
Algunos críticos han argumentado que este nivel de control centralizado ignora la naturaleza de transparencia y equidad asociada a Bitcoin.
El alcance de Ripple va más allá de la lucha por una reserva diversificada. Además, también se ha acusado a la empresa de luchar activamente contra la reputación de Bitcoin.
Entre las campañas más famosas se encuentra aquella por la que el cofundador de Ripple, Chris Larsen, financió un esfuerzo de Greenpeace para solicitar que Bitcoin abandonara su mecanismo de consenso de prueba de trabajo.
Los críticos han argumentado que los esfuerzos pretenden empañar la reputación de Bitcoin y promover la agenda de Ripple.