El debate en curso en torno a Ripple, XRP y la cuestión de la descentralización ha llegado a un punto de ebullición. Esta vez, no se trata sólo de una discusión técnica, sino que está enredada en tensiones geopolíticas y decisiones estratégicas. Esto podría determinar el futuro del panorama criptográfico estadounidense.
Con el gobierno estadounidense considerando la inclusión del XRP en una reserva nacional de criptomonedas, se ha intensificado la controversia en torno a la influencia y el control de Ripple sobre el Ledger XRP (XRPL).
El Director Técnico de Ripple, David Schwartz, ha respondido enérgicamente a las acusaciones de centralización. Está intentando dejar las cosas claras sobre la estructura y la gobernanza del XRPL.
El debate sobre las cripto reservas: Ripple (XRP) vs. Bitcoin
La conversación dio un giro brusco cuando el director ejecutivo de Ripple, Brad Garlinghouse, abogó públic amente por una reserva de criptomonedas diversificada. Según él, podría incluir una cesta de tokens estadounidenses junto al Bitcoin.
El apoyo de Garlinghouse a una reserva estratégica de varias monedas ha suscitado duras críticas de los defensores de Bitcoin. Argumentan que sólo el Bitcoin debe considerarse como reserva de valor para el gobierno de EEUU.
Uno de los críticos más acérrimos es Pierre Rochard, Vicepresidente de Investigación de Riot Platforms. Ha acusado a Ripple de socavar la posición de Bitcoin presionando a favor de una reserva de activos digitales más amplia.
Rochard expresó su preocupación por el cabildeo político de Ripple y su apoyo a las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC). Dijo que podría restar potencial a Bitcoin como base de una reserva estadounidense.
El empresario Wayne Vaughan y el director ejecutivo de Bitvolt, Nico Moran, también se han unido al coro de críticos, advirtiendo de que incluir otras criptomonedas como XRP podría tener consecuencias políticas. Argumentan que las acciones de Ripple sirven a sus propios intereses, dejando potencialmente de lado los intereses más amplios del público estadounidense.
Mientras tanto, el CEO de Messari, Ryan Selkis, expresó su preocupación por los esfuerzos de presión de Ripple, señalando que la centralización de XRP y la influencia política de Ripple lo convierten en un candidato inadecuado para una reserva nacional.
Selkis afirmó que el XRP es un excelente ejemplo de por qué una reserva nacional de criptomonedas debería incluir únicamente Bitcoin, un activo considerado descentralizado e inmune al control centralizado.
El CTO de Ripple defiende la descentralización de XRPL
Rochard afirmó recientemente que Ripple podría bifurcar el software XRPL, alterar los bloqueos de custodia o incluso inflar la oferta de XRP emitiendo billones de tokens. Según él, el control de Ripple sobre XRPL suscita preocupación por la centralización y crea vulnerabilidades.
En medio de las acaloradas discusiones, David Schwartz, Director de Tecnología de Ripple, salió al paso de estas afirmaciones. En una explicación detallada, Schwartz pintó una imagen de XRPL como una red descentralizada y segura, desmontando la noción del supuesto control de Ripple.
Schwartz explicó que XRPL utiliza un algoritmo de consenso, y no el Proof of Work de alto consumo energético utilizado por Bitcoin, para validar las transacciones.
A diferencia de los mineros de Bitcoin, que están incentivados para competir por las recompensas, los validadores de XRPL no son compensados, lo que reduce el riesgo de deshonestidad o de control centralizado. Ripple, según Schwartz, no tiene ninguna influencia sobre estos validadores, por lo que cualquier sugerencia de centralización carece de fundamento.
En respuesta a los temores sobre posibles bifurcaciones o manipulación de la oferta, Schwartz señaló que la estructura de gobierno descentralizada de XRPL hace casi imposible que una sola entidad, incluida Ripple, promulgue cambios unilaterales.
Para que se produzca un cambio en la red, Schwartz explicó que la mayoría de los validadores deben estar de acuerdo, lo que garantiza que ninguna parte pueda forzar modificaciones drásticas.