Enero de 2025 ha sido una montaña rusa para el mercado de las criptomonedas. Ha estado marcado por importantes acontecimientos políticos y económicos que han agitado el panorama de las monedas digitales.
Este mes se produjo la toma de posesión de Donald Trump como 47º presidente de Estados Unidos. Es un acontecimiento que tradicionalmente aporta volatilidad a los mercados financieros.
Aunque el impacto directo sobre las criptomonedas no fue inmediato, el Bitcoin, a menudo considerado como una cobertura contra la incertidumbre política, experimentó reacciones mixtas, pero en general, el mercado se mantuvo resistente.
Microstrategy, de Michael Saylor , continuó con su agresiva estrategia de acumulación de Bitcoin. Durante el mes de enero, la empresa añadió más de 23.000 BTC a sus tenencias, lo que eleva su total a más de 471.107 BTC.
Este movimiento se consideró un fuerte voto de confianza en el valor a largo plazo de Bitcoin. La acumulación se produjo en un contexto de fortalecimiento del dólar, que suele presionar el valor de BTC.

El volumen de negociación de los ETF se disparó, alcanzando un máximo de 10 meses. En este aumento influyeron posiblemente los cambios políticos y la percepción de estabilidad que ofrecen los vehículos de inversión regulados.
El aumento del volumen de ETF indica una maduración del criptomercado, con la entrada de más inversores tradicionales en el espacio.
El volumen de negociación de criptodivisas registró máximos entre el 5 y el 25 de enero. Esto sugiere una gran actividad durante estos periodos, probablemente en correlación con los acontecimientos mencionados.
El sentimiento experimentó picos positivos coincidiendo con un aumento de los precios, así como caídas.
Bitcoin experimentó un ligero descenso del -4,33% durante la semana pasada. Otras criptomonedas importantes como ETH, SOL, DOGE y Tether mostraron un rendimiento mixto. stETH y TON subieron ligeramente, mientras que USDT se estabilizó.
Actualizaciones del FOMC y el posible shock de oferta del BTC
La Reserva Federal concluyó su reunión del 29 de enero de 2025 manteniendo estable el tipo de los fondos federales en el 4,5%, en línea con las expectativas generalizadas.
Esta decisión supuso una pausa en el ciclo de reducción de tipos, que había registrado tres reducciones consecutivas en 2024, por un total de un punto porcentual.
La atención de los participantes en el mercado se centró en las orientaciones de la Fed para 2025, y las proyecciones de diciembre sugerían sólo dos recortes de tipos del 0,25% para el año.
La decisión del FOMC coincidió con una notable disminución de las reservas de cambio de Bitcoin, lo que podría indicar un shock de oferta.

Este hecho se consideró un indicador alcista para Bitcoin. La reducción de la oferta en las bolsas a menudo se correlaciona con subidas de precios debidas al aumento de la demanda.
Durante la conferencia de prensa, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, abordó las implicaciones de la nueva administración Trump, especialmente a la luz de la reciente exigencia del presidente Trump de reducciones inmediatas de los tipos de interés.
A pesar de la presión política, Powell subrayó que la política monetaria seguiría dependiendo de los datos.
Esta postura se produce en medio de una tasa de inflación anual estadounidense que subió al 2,9% en diciembre. La inflación subyacente bajó al 3,2%. El mercado laboral también mostró signos de enfriamiento.
Estado del cripto mercado en febrero
A medida que se acerca febrero, los mercados financieros se preparan para una mayor volatilidad.
El sector de las criptomonedas, con Bitcoin a la cabeza, podría experimentar una tendencia alcista debido a la reciente dinámica de la oferta en las bolsas.
Los mercados tradicionales, sin embargo, mantienen la cautela, con los inversores atentos a cualquier cambio en la política de la Reserva Federal o a datos económicos inesperados.
La interacción entre las tasas de inflación, las cifras de empleo y los acontecimientos geopolíticos probablemente dictarán los movimientos del mercado.
Los inversores deben prepararse para un panorama lleno de matices, en el que tanto los activos tradicionales como los digitales podrían experimentar importantes fluctuaciones, influidos por los próximos pasos de la Reserva Federal y el entorno económico más amplio.