El viernes 17 de enero, el presidente electo Donald Trump se convirtió en el primer presidente estadounidense en lanzar una moneda meme con el lanzamiento de la ficha oficial TRUMP ($TRUMP).
El sábado por la tarde, la moneda había alcanzado una capitalización de mercado de más de 8.000 millones de dólares. Esto la convierte en la tercera mayor moneda meme, sólo por detrás de Dogecoin (DOGE) y Shiba Inu (SHIB).
Más de 24 horas después, las enormes ganancias de la moneda se mantienen estables, con millones de dólares en volumen de operaciones cada minuto.
Se están registrando cientos de operaciones por valor de 1 millón de dólares o más, mientras que las principales bolsas como Coinbase y Binance han anunciado listados de $TRUMP.
El lanzamiento, recibido inicialmente con escepticismo, hizo que muchos operadores cuestionaran la legitimidad del anuncio. ¿Fue pirateada la cuenta de Donald Trump en las redes sociales?

Incluso Elon Musk expresó su incertidumbre sobre la autenticidad de la publicación. Sin embargo, a medida que pasaban las horas sin que ninguna declaración aclarara la situación, quedó claro que no se trataba de un pirateo informático.
El token TRUMP de Trump se había lanzado oficialmente con Erick Trump respaldando la moneda en su cuenta X. El mercado respondió del mismo modo.
La explosiva subida de los tokens de Trump crea millonarios
El precio del token $TRUMP ha subido desde entonces a un máximo histórico de 67 $ por moneda, contribuyendo a una capitalización de mercado que superaba los 13.000 millones de $ en el momento de escribir este artículo.
El valor del token $TRUMP se disparó, convirtiendo a los primeros compradores en ganadores instantáneos. Algunos operadores vendieron sus fichas rápidamente para obtener grandes beneficios. Los datos de Lookonchain muestran una locura de compra de fichas TRUMP.
Los datos de Lookonchain revelaron que estos operadores estaban moviendo sus $TRUMP a bolsas importantes como OKX.

Un conocido operador, calificado de “legendario”, ganó 6,8 millones de dólares en un solo día. Esto se sumó a un beneficio de 12,5 millones de dólares de BOME el año anterior.
Otro operador convirtió una inversión de 1,1 millones de dólares en 70 millones en sólo cuatro horas.
La misma ballena, identificada por Lookonchain como “Fpj236…uVJr”, depositó 1,27 millones de tokens $TRUMP en OKX, asegurándose un beneficio de 29,6 millones de dólares.
Este lanzamiento de memecoin es sólo el último paso en la evolución de la relación de Trump con la criptomoneda.
Al parecer, su empresa, CIC Digital LLC, posee el 80% de la oferta de la moneda, con un total de 200 millones de fichas disponibles en la actualidad. Está previsto que la oferta aumente a 1.000 millones en los próximos tres años.
Trump ya ha mostrado su disposición a adoptar las criptomonedas, habiendo vendido tarjetas digitales y apoyado las criptomonedas durante su campaña.
También ha sido noticia por su promesa de promulgar políticas que beneficien al sector de los activos digitales, incluida una reforma de la regulación de las criptomonedas y un plan para que el gobierno almacene Bitcoin.
Preocupaciones éticas y críticas
El momento del lanzamiento del token $TRUMP plantea dudas. A pocos días de su toma de posesión, la decisión de Trump de lanzar un nuevo producto justo antes de asumir el cargo ha llamado la atención de los vigilantes de la ética.
Los críticos argumentan que lanzar un negocio en esta etapa representa un flagrante conflicto de intereses.
Jordan Libowitz, vicepresidente de comunicaciones de Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética en Washington, lo calificó de “absolutamente salvaje”.
Señaló que, tradicionalmente, los presidentes electos se separan de las empresas para evitar conflictos de intereses.
Mientras los partidarios de Trump celebran el lanzamiento, éste ha suscitado una importante controversia.
Algunos miembros de la industria de las criptomonedas, entre ellos el ex director de comunicaciones de Trump Anthony Scaramucci, han expresado su preocupación por el posible daño a la reputación del sector.
Scaramucci criticó el lanzamiento en X, escribiendo que era “malo para la industria” y comparándolo con la corrupción bajo el dictador ugandés Idi Amin.