Imagina tu Bitcoin inactivo como lingotes de oro en una caja de seguridad: encerrado, seguro y sin ganar nada. El 21 de abril de 2025, el precio del Bitcoin era de 86.768 $, con una capitalización de mercado de 1,73 billones de $, lo que refleja una subida del 3,1% ese día.
Es valioso, es seguro, pero se queda ahí, sin hacer nada: ¿te suena? Es la realidad de muchos inversores que hacen HODL sin poner su BTC a trabajar. Incluso los principales medios de comunicación informan en directo de los cambios de precio del Bitcoin y destacan su cuota de mercado dominante, pero su utilidad sigue siendo limitada.
Es el rey indiscutible de las criptomonedas, con el 63% del mercado de criptomonedas de 2,75 billones de dólares. Pero aquí está el problema: la mayor parte del Bitcoin sólo está guardado, escondido en carteras digitales como una bóveda polvorienta. ¿No es hora de que Bitcoin haga algo más que desempeñar el papel de una caja de seguridad digital?
La trampa de la caja de seguridad
Antiguamente, las cajas de seguridad eran el lugar ideal para guardar objetos de valor: joyas, escrituras u oro. Son seguras, pero su valor real viene cuando utilizas lo que hay dentro, quizá pidiendo un préstamo sobre tu oro sin venderlo.
Bitcoin está en una situación similar. Se presenta como una “propiedad digital finita”, con sólo 19,85 millones de sus 21 millones de monedas en circulación.
Esa escasez hace subir el precio del Bitcoin. Pero como una caja de seguridad sin abrir, el potencial de Bitcoin se desperdicia si sólo se guarda.
En cambio, el oro ve el 50% de su demanda en joyería y el 13% en tecnología, según el Consejo Mundial del Oro. Los bienes inmuebles generan rentas o préstamos. ¿Bitcoin? Es sobre todo el sueño de un HODLer: comprar, mantener y esperar.
El precio del Bitcoin en cifras
Desglosémoslo. La capitalización de mercado de 1,73 billones de dólares de Bitcoin eclipsa a otras criptomonedas, y sus 100.000 millones de dólares en participaciones en ETF, según Coinglass, muestran el creciente interés de TradFi.
Pero su utilidad va a la zaga. Bitcoin procesa sólo 7 transacciones por segundo, muy lejos de las 24.000 de Visa. Eso no es un sistema de pago, es un cuello de botella.
La mayor parte de su valor está ligado a la inversión, no a la acción. Los inversores, especialmente los institucionales, quieren activos que funcionen, no que se queden quietos. Si Bitcoin quiere mantener su corona, tiene que trabajar duro.
Aquí es donde entra en juego el préstamo. Imagina pedir prestado el oro de tu caja de seguridad sin tocarlo. El préstamo de Bitcoin hace lo mismo: los titulares pueden acceder al dinero sin vender sus BTC.
Esto añade liquidez y utilidad, haciendo de Bitcoin algo más que un depósito estático de valor. No es una idea nueva, pero está poco desarrollada.
Existen dos caminos: las finanzas descentralizadas (DeFi) y las finanzas centralizadas (CeFi). Cada una tiene sus puntos fuertes, pero ninguna está preparada para liberar plenamente el potencial de Bitcoin.
DeFi: Libertad con truco
Las plataformas DeFi como Aave, Compound y Morpho te permiten prestar o pedir prestado Bitcoin envuelto (wBTC). Puedes pasar BTC a Ethereum a través de cbBTC de Coinbase y pedir préstamos en Base.

El valor total bloqueado (TVL) de Bitcoin DeFi alcanzó los 3.840 millones de dólares. No tiene permisos, es decir, no hay guardianes, y tú mantienes la custodia de tus activos. Suena perfecto, ¿verdad? Pues no.
DeFi es un laberinto: interfaces complejas, sin atención al cliente y 2.000 millones de dólares en hackeos de puentes desde 2021, según Chainalysis. Para los inversores minoristas o las instituciones, es un aprobado difícil. Las zonas grises normativas tampoco ayudan.
CeFi: La zona de confort de TradFi
Las plataformas CeFi ofrecen un viaje más suave. Son como bancos de criptomonedas, con aplicaciones fáciles de usar y líneas directas de asistencia. Los volúmenes de préstamos de Bitcoin en CeFi alcanzaron los 8.500 millones de dólares en agosto de 2024, con previsiones de 45.000 millones para 2030, según Hodler.io.
Eso es crecimiento, pero sigue siendo una gota en el cubo de 1,73 billones de dólares de Bitcoin. ¿Cuál es el problema? La confianza. El colapso de FTX en 2022 y la quiebra de Celsius asustaron a los inversores.
TradFi quiere pruebas de reservas, seguridad de terceros y registros de retirada limpios. CeFi está trabajando en ello, pero aún no está ahí.
La regulación podría inclinar la balanza. En enero, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva, “Fortalecimiento del liderazgo estadounidense en tecnología financiera digital”, que impulsa políticas favorables a las criptomonedas, según la Casa Blanca.
Creó un Grupo de Trabajo sobre Mercados de Activos Digitales para redactar normas. El 27 de marzo de 2025, la FDIC aclaró las criptoactividades para los bancos, según la FDIC.
Estos movimientos podrían hacer más seguros los préstamos de CeFi, atrayendo al fondo de activos de 100 billones de dólares de TradFi, según el Atlantic Council. Unas normas claras también podrían aliviar los problemas normativos de DeFi, pero la estructura de CeFi se ajusta mejor a las necesidades institucionales.
Crear un ecosistema de préstamos
El sueño es un mercado de préstamos vibrante en el que DeFi y CeFi prosperen codo con codo. La innovación de DeFi conviene a los criptonativos, mientras que la pulcritud de CeFi atrae a TradFi. Piensa en el sector inmobiliario: cuando necesitas una hipoteca, tienes innumerables prestamistas entre los que elegir.
Bitcoin necesita esa variedad. Los volúmenes de préstamo actuales -3.840 millones de dólares en DeFi, 8.500 millones de dólares en CeFi- son una miseria comparados con la capitalización de mercado de Bitcoin.
Aumentar la escala significa crear confianza, simplificar la DeFi y dar en el clavo con la regulación. Un mercado “con muchas opciones” sería señal de un ecosistema criptográfico sano.
El imperio de 1,73 billones de dólares de Bitcoin se basa en la escasez, pero su futuro depende de la utilidad. El préstamo podría convertirlo de una caja de seguridad digital en un caballo de batalla financiero, permitiendo a sus titulares pedir prestado o ganar sin vender.
Con 100.000 millones de dólares en ETF y mercados de préstamos en crecimiento, la base está ahí. Pero sigue habiendo obstáculos: La complejidad de DeFi, las lagunas de confianza de CeFi y la incertidumbre normativa. El precio del Bitcoin está seguramente en una encrucijada.
Puede apresurarse -abrazando los préstamos para rivalizar con el oro y los bienes inmuebles- o puede quebrar, desvaneciéndose como una reliquia de potencial sin explotar. La elección está clara, pero el camino no es fácil.