El mercado de criptomonedas se encuentra en un estado de flujo, con escasa liquidez, entradas de capital decrecientes y un mayor temor de los inversores dominando la narrativa.
Aunque la actividad comercial ha caído en picado, el aumento de la oferta de stablecoins y el papel de la oferta monetaria M2 mundial ofrecen un telón de fondo complejo pero crítico para los próximos movimientos del mercado.
El volumen de operaciones con Bitcoin y Ethereum alcanza mínimos históricos
El mercado de criptomonedas ha visto caer los volúmenes de negociación a niveles no vistos desde antes de las elecciones estadounidenses de 2024.
Según los datos de Santiment, el volumen de operaciones en los principales sectores -incluidas las memecoins, los tokens de IA y los protocolos de Capa 1- ha caído en picado un 56,7%, pasando de 134.000 millones de dólares en noviembre de 2024 a 58.000 millones en enero de 2025.
Este acusado descenso refleja una creciente indecisión de los inversores a la hora de comprometerse con los activos digitales. Los analistas describen este fenómeno como “parálisis comercial”, en la que los participantes esperan al margen señales más claras del mercado.
Las tendencias divergentes en los flujos de intercambio de Bitcoin y Ethereum añaden otra capa a la historia. Los datos de Glassnode revelan que Bitcoin ha experimentado salidas constantes desde diciembre de 2024, con una media de 80.000 BTC retirados mensualmente.
Esta tendencia indica un fuerte comportamiento de HODLing, pero suscita preocupación por la disminución de la liquidez en las bolsas.
En cambio, Ethereum ha mostrado señales contradictorias. Mientras que en enero de 2025 se registraron salidas netas de 400.000 ETH, antes se produjeron importantes fases de acumulación, con entradas que alcanzaron un máximo de 700.000 ETH en octubre de 2024.
Estas pautas ponen de manifiesto las diferentes estrategias de los inversores institucionales y minoristas.
La oferta monetaria global M2 y su papel en la cripto liquidez
La oferta monetaria mundial M2 -una medida del efectivo físico, el dinero en cuentas bancarias y los fondos del mercado monetario minorista- es un factor crítico que influye en el Bitcoin y en los mercados de criptomonedas en general.

Raoul Pal, director general de Real Vision, ha hablado de la conexión entre la masa monetaria mundial M2 y Bitcoin.
Históricamente, el Bitcoin ha reflejado fielmente los cambios en M2 con un desfase de 70 días, según Pal.
Explica que cuando M2 se expande, indica un aumento de la liquidez en el sistema financiero mundial, lo que a menudo impulsa inversiones de riesgo como las criptomonedas.
Sin embargo, Pal señala que el crecimiento de M2 se ha estancado, en consonancia con la actual crisis de liquidez del mercado de criptomonedas.
Si la correlación se mantiene, esto podría sugerir que el Bitcoin puede experimentar una presión sobre los precios a corto plazo.
Pal sugiere además que si M2 comienza a aumentar de nuevo en la segunda mitad de 2025, podría proporcionar la liquidez necesaria para impulsar al alza el precio de Bitcoin.
Esta correlación subraya el impacto del entorno económico más amplio en las criptomonedas.
Con bancos centrales como la Reserva Federal manteniendo políticas monetarias restrictivas, el reducido crecimiento M2 restringe el flujo de capital hacia activos de alto riesgo, incluidos Bitcoin y Ethereum.
Stablecoins: Una oportunidad de 48.000 millones de dólares
A pesar de la restricción de liquidez, las stablecoins ofrecen un rayo de esperanza. La oferta total de stablecoins ha aumentado hasta 48.000 millones de USDT equivalentes, triplicando los 16.000 millones de marzo de 2024.
USDT domina este crecimiento, aumentando de 16.000 millones a 32.000 millones, mientras que USDC se ha mantenido estable en 4.000-5.000 millones.

Las reservas de stablecoin representan un potencial sin explotar, a menudo comparado con “polvo seco” a la espera de que mejoren las condiciones del mercado.
Esta acumulación podría proporcionar el combustible necesario para un rebote del mercado, sobre todo si las condiciones económicas más generales cambian a favor de los activos de riesgo.
El valor de mercado realizado -un indicador de las entradas de capital- ha sufrido una caída espectacular.
De un máximo de 125.000 millones de dólares en octubre-noviembre de 2024, ha bajado a 58.000 millones de dólares, reflejando el descenso del volumen de negociación.
Este pronunciado descenso refleja el debilitamiento de la confianza de los inversores y la disminución del apetito por el riesgo.
La incertidumbre macroeconómica, unida a la reducción del crecimiento M2, ha agravado el problema, creando un entorno difícil para los cripto mercados.
Entre las limitaciones de liquidez y el potencial de recuperación
La interacción entre la oferta monetaria M2, las reservas de stablecoins y la actividad del mercado de criptomonedas presenta un panorama desigual.
Por un lado, la falta de nueva liquidez que fluye hacia los mercados ha sofocado el crecimiento, dejando a los inversores cautelosos.
Por otra parte, la oferta de stablecoin de 48.000 millones de dólares representa una energía potencial significativa que podría desplegarse si cambia el sentimiento.
Históricamente, los periodos de baja liquidez y miedo han precedido a menudo a las grandes recuperaciones del mercado.
Si se reanuda el crecimiento mundial de M2 -impulsado por el estímulo económico o las intervenciones de los bancos centrales- las criptomonedas como Bitcoin y Ethereum podrían ver renovadas las entradas.
Hasta entonces, las stablecoins siguen siendo el comodín, con el poder de reavivar la actividad en un mercado.